Error en la rosa de los vientos
Llegué en barco. Después de una vida de península en península: de Yucatán a Jutlandia, de Crimea al Sinaí, decidí romper con el lapíz sofrológico del destino. Compré un pasaje económico en un barco panameño, embarqué mi nada en una maleta de cartón esmerilado y, por fin, la rebeldía del escarificador: una isla. Agua en todas las direcciones. Las cinco.
Llegué en barco. Después de una vida de península en península: de Yucatán a Jutlandia, de Crimea al Sinaí, decidí romper con el lapíz sofrológico del destino. Compré un pasaje económico en un barco panameño, embarqué mi nada en una maleta de cartón esmerilado y, por fin, la rebeldía del escarificador: una isla. Agua en todas las direcciones. Las cinco.
Por Frank Deporto
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