viernes, mayo 26, 2006

Descaro en las dimensiones tradicionales

Antes de ocurrir todo marchaba a un ritmo propio, monótono, habitual, un ritmo cuajado de las pequeñas gracias cognitivas. Hasta que sucedió él. El tipo aquel, el escayolista, salió del recinto donde trabajaba sin descanso para cumplir con los plazos de entrega, entró en el sembrado de la finca vecina, a orinar, y, como quien no quiere la cosa, acabó en 1920, en la sala Gaveau, rodeado de lunáticos que desarticulaban los filamentos de la razón para construir sus propias paradojas. Así fue como el hombre de fósforo (paladín de la memoria), el ítem más, el undécimo capítulo de una serie de diez, topó con ellos, con los dadá. Tzara lo estaba gozando. Había que verle. Sus espectativas, como puñados de caramelos en una gala floral, se cumplían más que de sobra; yendo más lejos de lo acostumbrado, se permitió incluso -cosa que gustó poco por su escasa camaradería- algunas risillas de cuello de camisa; propias, avaras, risillas de un paraqué muy particular e íntimo: para qué compartir, se decía por lo bajo, si puedo descojonarme solo. La realidad es que ver a aquél hombre de buzo blanco y visera entre lo más chic y granado de la vanguardia resultaba algo fuera de lo común. Ellos no pegaban allí, él sí. Ésa era la diferencia. Ellos eran un plus ultra a medio masticar, él sólamente un anacronismo. La balanza claramente se inclinaba a su favor. Había que tener en cuenta que la técnica constructiva en 1920 pasaba por momentos de duda cartesiana y él, el escayolista, con su llana, con su cigarrillo rubio, con sus modales gremiales de un tercer milenio por venir, se elavaba ante la concurrencia como el gran señor del plano perpendicular que parecía ser. Pero el ritmo era el ritmo, un arma dotada de sus propios mecanismos de contención, que hacía, deshacía y decidía a su antojo. Por eso quedó la huella del momento. Ésa es la razón de los documentos históricos que lo atestiguan, de las monografías, de las tesis y de las conferencias ad hoc. De los no pocos titulares de la época que se hicieron eco del evento, descoyó brillante el que le dedicó Le Moniteur: “el hombre-escayola toma Paris, la ciudad rabia de gusto constructivo”. Qué tiempos. Paris entonces sí que era era una fiesta. Hoy, sin embargo, las obras quedan a medio hacer con todo el descaro del mundo.
Por Frank Deporto para Trixie-dadá

17 comentarios:

Anónimo dijo...

Mi yanto ahora es distinto. lloro de emocion...Snif sniff sniff. Franky amigo....amigo mio.

Anónimo dijo...

Daddy, me recuerdas tanto a tio Desmond. Le visité el otro día, estaba entretenido con las nuevas placas solares que han instado, al parecer no son de su agrado. POr cierto te echa de menos...creo que deberías limar vuestras asperezas con el asunto de la tele panorámica.

P.D. El Dr Zack me dijo que nada de dulces para Desmond. Ha engordado misteriosamente, ahora controlan sus fuentes alimenticias.

Anónimo dijo...

Pasará un tiempo prudencial en el que los aguaceros pasarán y pasarán antes que perdone a esa masa de pan de molde que tienes por tío. Claro que mi enfado no será eterno. Es mi debilidad, tú lo sabes bien. Un día, el día que menos lo espere, apareceré por allí con un televisor bajo el brazo. Uno pequeño, tampoco nos pasemos, están los tiempos muy jodidos como para no economizar.

Daddy.

Anónimo dijo...

Se me olvidó devirte que por fin encontré un trabajo a mi medida. Fue todo gracias al Dr Zack, hablamos del tema y me ofreció ser la recepcionista del "hogar" de Desmond. Hasta el momento nadie ha ocupado ese trabajo..lo crean y la plaza es mía! ¿No es sorprendente? Me incorporo a mi recién estrenada vida laboral el lunes. Antes elegiré los muebles con el Dr Zack, te haría partícipe...pero tu calidad como interiorista es dudosa, no quiero verme enfrascada en muebles de roble y tapizados florales.

Te llamaré...es gratis! Sé que estarás orgulloso de mí, lo presiento. Es todo tan perfecto...

Anónimo dijo...

No me extrña, cariño. No me extraña en absoluto. Te pones esos pitillos allí a donde vas y luego pasa lo que pasa, como...como si...Mira, mejor me callo. Detesto a Zack y sus intrigas de serie B.

Anónimo dijo...

Estúpido tunner, no pongas en entredicho mi capacidad laboral. No entiendo como daddy puede andar perdiendo el tiempo con alquien como tú. ¿Qué tipo de relación os une?

Daddy, necesito un préstamo...ya sabes nuevo vestuario para mi puesto de trabajo. Te devolveré el dinero, ahora tengo un buen sueldo (de ese aspecto ya hablaremos)

Anónimo dijo...

No te cansas de pedir, reina. A ver si es verdad que me lo devuelves, me debes un pastón.

Anónimo dijo...

Detesto escribir sin faltas. tu hija me saka de quicio Frank tío. Me voy a empastillar para pasar el mal trago de leerla a ella y de las kalabazas se la miss.

Dios ke día más aciago

Anónimo dijo...

No sé Tunner, quizás ocultes algo, me cuesta creer en tu carencia de misterio, en tu simpleza, en definitiva en tu ordinariez. Hablé con Keko, le preocupa el no poder controlar tus horas de ocio...deberías aprender de él a veces parece recobrar la sensatez.

Sin embargo,diré algo a tu favor, lo que le ocurre a la hija de Deporto es que va de snob y de cosmopolita cuando en verdad no es más que una treintañera solterona con una inexplicable dependencia paternal.

Anónimo dijo...

No le va a gustar nada que digas eso de ella, Trix. Nada de nada. Lo mismo se pone sus pitillos, su blusón azul de tul y sus bailarinas doradas y se presenta en tu casa con una tormenta de mil demonios.

Ponte chubasquero. Que sea amarillo. De vinilo. De esos que al caminar arman un buen escándalo. Para conjurar la lluvia. Para conjurarla.

(Presiento que tras la noche vendrá la noche más larga).

Fr.

Anónimo dijo...

Trixie, tengo 25 años, ni siquiera rozo la treintena. La ridiculez con la que escribes y tu escasa geometría me hacen pensar que te beneficias a Deporto, la inteligencia le resulta amenazante...por eso se beneficia de mujeres de tu estilo.

Deporto, jamás pensé que ibas a anteponer el placer carnal a la dignidad de tu hija. Ni siquiera me preguntaste por los muebles..y encima permitiste que la vulgar de la srta miss dañara mi orgullo.

He empezado uan terapia con el Dr Zack, hemos conseguido sacar a la luz antiguos traumas. Es un genio.

Anónimo dijo...

Perdida, estás muy perdida. Me recuerdas al paso de San Gotardo. Pero eres mi hija, qué le vamos a hacer. En cuanto a Zack, creo que le voy a partir la cara. Con todas las de la ley. Sí, eso haré. Esas terapias suyas me resultan bastante sospechosas. Y me quedo corto

Anónimo dijo...

Titania debes quedar al margen de este conflicto creado sin fundamento alguno. Tu padre es una masa amorfa de ideales fracasados, sin ambiciones más allá de la simpleza terrenal. Paradójicamente tú jamás serás como él,los astros te acompañan. La celeridad de saturno te otorga la fortaleza que necesitas, al igual que los muebles étnicos importados de Malasia que elegimos para tu puesto de trabajo.

Me siento orgulloso por los logros que has conseguido con nuestra terapia. Creo que ya va siendo hora de regalar una muñeca de porcelana a tu daddy y deshacerte de tu vajilla de metacrilato. Trauma liberado, pon porcelana en tu vida, hazlo sin dudar.

P.D. He estado ojeando unos catálogos, creo que escogeremos una muñeca de los años 20 (para rememorar el nacimiento de daddy), podría afirmar que es lo más kistch que he visto en mi vida. Por el precio no te preocupes, corre de mi cuenta, es parte de la terapia.

Anónimo dijo...

Si no fuera por el miedo irracional que despiertas en mí, Zack, deberías darte ya por golpeado.

Tendré que trabajat en mi propia terapia psicomágica para lograrlo. Confío en mí.

Por cierto, tengo en casa un arcón tibetano que iría bien con el color del pelo de Titania. Que venga a buscarlo. Tú, Zack, procura no aparecer. Tengamos la fiesta en paz.

F.D.

Anónimo dijo...

Maurice gracias por todo, pero no tienes por qué preocuparte. Desmond y yo pintamos un cuadro esta mañana, lo dejé en tu despacho. Ese chico te adora, anda muy entusiasmado con la idea.

A ti Deporto, puedes meterte el arcón tibetano por cualquiera de tus orificios corporales, lo dejo a tu elección.

Anónimo dijo...

Hablo yo, Sr Kakawete, para hacerme oir. Oidme, no me estoy riendo porque tengo una aerofagia que me meteoriza el astigmatismo. Puf, que desastre de día. Deberé entrar en el baño, al menos quitarme el pus del grano abdominal. Estoy para tirar a la basura, pero me da pereza bajarme, estoy en pijama. Trataré de elevarme y ser mejor.

Anónimo dijo...

Ámbito de mejora: acentuar hiatos. Aplíquese también a las hernias si fuere necesario. De momento, a falta de protusiones inoportunas, con las palabras vamos servidos y comidos.

Atentamente

Frisco San Francisco (FSF)