sábado, mayo 27, 2006

Carcasas de pollo

Sería agradable por una vez sentarse a la mesa libre de escrúpulos, franco, dispensado de toda esa turba de principios y prejuicios anquilosantes que manejan el asco. Sería muy agradable. Pero no hay descanso posible, es superior a mí en un grado superlativo. Se hace inevitable constatar la terrible verdad de la conciencia: los otros. Por muy fronterizos y territoriales que seamos, es una futilidad crearse ficciones. Los otros existen y la mesa no suele ser un lugar solitario. Ahí reside el problema. Alrededor de una mesa de madera (o de formica) tipo se adocenan los comensales con una alegría inconsciente. ¿Soy yo o nadie se fija? Hay cuerpos descocados que se aproximan más de la cuenta, hay ruido rumiante y líquido, hay dedos pringosos, untuosidad, adherencia, liberalidad extrema, familiaridad, hay malos modales, verbalidad oclusiva precipitante, hay, al fin, escasez de todo canon. Y me duele verlo. Me duele el trato que se hace de los cubiertos, de los vasos, de los platos; objetos de tránsitos concebidos apenas para el roce, para un leve contacto intermitente, fugaz. Aun así se los abraza y se los lame como si fueran el fin alimenticio en sí mismos. No nos detengamos, por favor, en la mediana, en el hilo conductor de lo realmente sustancioso. Propongo la regla como respuesta. De lo contrario colisionaremos sin consuelo y sin amparo. Utilicemos las servilletas, mastiquemos con la boca cerrada, relativicemos el instrumental, no hablemos al deglutir. Y sobre todo: lavémonos las manos antes de comer. Las manos van al pan. Lavémonoslas, mantengamos el PH de la piel en equilibrio. Sería un acto emocionante, puramente euclidiano.
Por Michael Gondor y Titania Dimitrova

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Comer los domingos en casa de mis suegros es un dura prueba para mi sensibilidad poética. Entiendo perfectamente la queja, la asumó y la hago mía. Pero deberíamos ir más lejos, deberíamos...Lo siento debo irme, mi mujer y los niños han vuelto del parque y a ella no le gusta que entre en estos lugares.

¡Ánimo!¡Somos muchos!

Anónimo dijo...

Gondor kuidado con la petarda esa. No sabe lo ke quiere. Por no saber no sabe ni decidirse entre el roble o el nogal. no tiene remedio kolega

Anónimo dijo...

A uno que se ríe de Li:

Jamás entenderías el arcano de la consistencia esponjosa. Por supuesto que intertar explicártelo sería tan trabajoso e inútil como enseñarle álgebra a un mandril. La pregunta es: ¿Tú también tienes el hocico de colores?

Qué mono.


Fr.