lunes, mayo 29, 2006

La estática de la endogamia IV: en busca de Shangri-La.

(Escrito en la corteza de una secuoya).

(Una consulta. La de siempre. Dos sillas, una mesa, línea telefónica, poca luz y alguna planta de interior. Hay un perchero del que cuelga una americana de lana. En la consulta dos personas: el Dr. Zack y el Dr. Brown).

DR. BROWN: no sé Maurice, tengo ciertos escrúpulos... aún sin determinar, pero escrúpulos...Primates superiores...No sé...parece transgresor.
DR. ZACK: vamos, vamos, Brown; No somos sádicos que se divierten con ello.
DR. BROWN: ya, claro, ¿pero has visto sus caras? Pareciera que están pidiendo limosna.
DR. ZACK: quizás lo hagan a su manera simiesca (ríe).
DR. BROWN: Yo me desmarco, Maurice...No puedo dormir por las noches de solo pensarlo, es superior a mí; en algún lugar hay que establecer el límite, no estamos en la jodida selva...
DR. ZACK: lo es Brown, lo es. Con sus matices, claro está. Aquí la clorofila es hormigón, pero es una selva a fin de cuentas. Y nosotros somos los brujos, los nigromantes de la tribu, los que se desviven por que la especie llore de placer.
DR. BROWN: un mono se me ha cagado encima; lo encontré reivindicativo.
DR. ZACK: los monos siempre han sido criaturas astutas, por eso nos vienen de perlas.
DR. BROWN: ya, pero...¿Hay algo más humano que un mono?

(Llaman a la puerta. Se abre. Aparece Desmond, tímido, dubitativo, como temiendo estar en un lugar indebido. Se queda en el umbral asiendo el pomo de la puerta, mirándose los cordones sin atar de sus zapatillas blancas de deporte).

DR. ZACK: (por lo bajo, a Brown) hablando del rey de Roma.
DESMOND: hola...No sabía sí...Perdonen...¿Interrumpo?
DR. ZACK: ¡No, muchacho, pasa, pasa! (Desmond da unos pasos hacia el interior de la consulta). Cuéntame, ¿qué te trae por aquí? ¿Conoces a Dr. Brown, verdad?
DR. BROWN: (Carraspea).
DESMOND: sí...Hola...Verá...Yo...
DR. ZACK: suéltalo, Desmond.
DESMOND: la verdad es que...Verá...Pensaba que tenía consulta y como el celador me dejó salir de mi cuarto...No sé, todo ha sido muy...inusual
DR. ZACK: (para sí mismo) Drogata pastillero politoxicómano estúpido mamón. Se nos escapan los pirados (A Desmond, sonriendo como un encantador de serpientes) No nos toca hasta mañana, amiguito. Así que todo ha sido una terrible confusión. Mira, vuelve por donde has venido, vuelve a tu cuarto y ponte la tele. Verás que divertido, mañana hablamos, ¿de acuerdo?
(Zack guiña un ojo a Brown. Brown está como ausente)
DESMOND: sí...Lo que usted diga, Dr. (Desmond se marcha cerrando suavemente la puerta).
DR. BROWN: (incómodo) ¿crees que ha escuchado algo de lo que hablábamos?
Dr ZACK: ¿él? Vamos Brown, seamos rigurosos, que se note que somos hombres de ciencia.(Descuelga el teléfono) ¿Oiga? Sí, Zack...Mire, envíen a alguien al pabellón de psiquiatría...sí, eso es, el celador está colgado de nuevo...No sé, yo he visto a uno por aquí, lo mandé de vuelta, no se preocupen, es inofensivo, lo encontrarán viendo la tele en su cuarto...Sí, un tesoro (Cuelga).
DR. BROWN: caminamos sobre el alambre, Zack.
DR. ZACK: anda, calla, cenicienta...cállate ya.

(Silencio esterilizado en blanco).



Por Frank Deporto

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Voi a colokar una pecera en mi karro. La peña me llamara tunner el chanante de los peces de kolores. el terror de las progresions geometrikas. La caña de la caña.


jiijijiji

Anónimo dijo...

La pecera es el locus acuático de los mandalas. Se barruntaba tu eternidad, Tunner, tronco, pero era sólo eso, una corazonada.

Jejejeje

Anónimo dijo...

Ohh tunner debes estar ogulloso de tu gran idea...pronto veremos a todos los bacalas con una bolsa de sardinas asfixiándose dentro del maletero. Realmente kistch.

Más te vale que sea sólo una de tus voladas post-supergen y no se convierta en un hecho homicida.

Anónimo dijo...

Esa lengua...Esa lengua, niña.
Y hablando de lenguas,¿qué hay de mis rosquilletas? ¿acaso están macerando?


Daddy.

Anónimo dijo...

Una geisha con un mantel sobre los hombros, realmente estremecedor. Metros de pseudotoquilla que me convierten en una jugadora de ice-hockey o más bien en una apergaminada burguesa afincada en algún lugar de la meseta castellana, ¿dadá?

Las tardes castellanas son más productivas que las alemanas.

Anónimo dijo...

Pero la germanía es hermandad y la hermandad se sabe que hace el roce, la frición. Y así vuelta a empezar al principio de los tiempos, revolución tras revolución. Tú eres burguesa, de cerca de Burgos, perdona que te lo diga de este modo tan descarnado, pero es el encaje el que te delata, no los kilómetros.