lunes, febrero 16, 2009

Lo perecedero


Allí esta ella. Observa las mangas del vestido, sentada frente al clave, nada permanece dice "nada permanece" y pellizca el cobre. Dos rosas de hilo azul abrazan los tallos en su muñeca y rodean sus flores en el antebrazo. ¿Vienes a la tarde con nosotros? Salen los niños. ¿Vienes a la tarde? A pesar de la lluvia las palomas se están quietas. Yo me quedo en silencio mientras trepa la noche. Lejos, realmente lejos, sucede lo mismo. Algo se aflige en la contratapa del clave, algo se curva sobre si mismo. Una noche, hace no mucho, no tanto, observé las niñas coronar el monumento persiguiéndose a ellas mismas como enredaderas, como bailando; inquietas a pesar de la lluvia.


¿No vienes? Recoge el vestido, como cerrando los pétalos alrededor de sus piernas. Los niños salen a la tarde, a la playa, detrás los cerros se incendian. Ella se queda en casa. Se está en silencio, con lluvia y todo sigue el relieve de las flores en el antebrazo. El la olvida.

Ya no llueve. Los cerros quedaron agrietados como senos ajados, negros. Los niños no vuelven, piensa los niños ya no vuelven. Yo me quedo en silencio mientras baja, como puede, la mañana. Lejos, realmente lejos, sucede lo mismo, pero ya no importa.

Es la tercera vez que oigo la misma Tocata al bajar a fumar, uno de los guardias está enrollado como un cuervo, quieto como una roca a pesar del sol. Una mujer de aquí me sonrió esta vez y me dijo algo pero yo no la oía. La tristeza de la tocata alarga los pasillos, cuando llego a la puerta veo un parabrisas llorar tan ¿como decir?¿ inocentemente?.


Por A.
Foto: Bikriderstar

2 comentarios:

Psicodélica dijo...

Vaya la verdad es que me he quedado un poco muda. Me ha encantado! Es como si me hubiese teletransportado..los olores, los sonidos... los he sentido en mi propia piel!

saludos!

Psicodélica dijo...

Vaya la verdad es que me he quedado un poco muda. Me ha encantado! Es como si me hubiese teletransportado..los olores, los sonidos... los he sentido en mi propia piel!

saludos!