Qué negra es la noche,
negra negra.
Y la piel
y la piel bajo la piel,
confundiéndose con sombras
y con redomas de obsidiana,
magmática piel, metamórfica,
negra como el té verde,
astringente,
astral como un sembrado de estrellas:
estrellas de corral,
negra negra.
Y la piel
y la piel bajo la piel,
confundiéndose con sombras
y con redomas de obsidiana,
magmática piel, metamórfica,
negra como el té verde,
astringente,
astral como un sembrado de estrellas:
estrellas de corral,
estrellas al ajillo,
estrellas en pepitoria;
hulleras estrellas bajo la piel
sorbiendo la noche bajo la noche,
en un sillón de cuero oscuro:
estrellado,
negro negro.
Por Magnolio
hulleras estrellas bajo la piel
sorbiendo la noche bajo la noche,
en un sillón de cuero oscuro:
estrellado,
negro negro.
Por Magnolio
1 comentario:
La idea de la compartimentación es fabulosa. Aristotélica, habría que decir. Recuerda que nosotros somos aparentemente platónicos, aunque en el fondo, en la piel bajo la piel, en la noche bajo la piel-noche, realmente somos aristotélicos. Si no establecemos categorías (algo muy neurótico), no somos del todo felices.
Celebro la compartimentacíón.
(¡Vive l'ampule! -Dijo un francés, un día, por la noche, cuando se apago su velón de sebo).
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